Desarrollo

Arquitectura:
La arquitectura neoclásica es un estilo arquitéctonico que produjo el movimiento neoclásico que comenzó a mediados del siglo XVIII, por una reacción contra el estilo barroco de ornamentación naturalista así como por el resultado de algunos rasgos clasicistas nacidos en el barroco tardío.
 Algunos historiadores denominan el periodo de la arquitectura neoclásica de la primera mitad del siglo XIX como clasicismo romántico, a pesar del oxímoron (oposición de términos), dado que, además de coincidir en el tiempo con el romanticísmo, estilísticamente comparte rasgos con la estética romántica, al añadir cierta expresividad y espíritu exaltado a la sencillez y claridad de las estructuras clásicas grecorromanas.
Factores fundamentales que influyeron en la creación de la arquitectura neoclásica fueron los determinantes en el contexto político, social y económico de la época, en que se incluyen destacadamente la revolución industrial, la crisis del Antiguo Régimen, la Ilustración, el despotismo ilustrado, etc.
Un ejemplo de arquitectura barroca-neoclásica es la Puerta de Alcalá de Sabatini
La Academia de Bellas Artes de San Fernando

Neoclasicismo. Fachada de la catedral de Pamplona, de Ventura Rodríguez
En la Basílica de El Pilar de Zaragoza

Algunos hombres del neoclasicismo español son Antonio López AguadoIsidro Velázquez González, Francisco Jareño Silvestre Pérez.

Pintura:

Es un movimiento pictórico nacido en Roma en la década de 1760 que surge como reacción a la pintura rococó y barroca. Triunfa a finales del siglo XVIII favorecido por los principios éticos propugnados por los enciclopedistas que atacaban el carácter artificioso de muchas de las obras del Rococó. Se sitúa entre la Pintura Rococó y el Romanticismo desde el año 1765 y se le asocia a la Ilustración por lo tanto tendría un sentido educador y moralizante. Se pretendía regresar a la pureza de las artes grecolatinas.
 El Neoclasicismo se inspira en la escultura, en especial en los relieves, lo que dotará de un marcado carácter escultórico a las representaciones.
                                Pelagio Palagi, Los deposorios de Amor y Psique, 1808
El orden y el equilibrio es fundamental.
 A veces se usaba el claroscuro, con una iluminación intensa de los personajes que interpretaban la escena en el centro del cuadro, dejando en las tinieblas el resto del cuadro. Las neoclásicas carecen de colores pastel y de confusión; en lugar de ello, usan colores ácidos.
Se cultivó sobre todo el cuadro de historia, reproduciendo los principales hechos de la Revolución francesa y exaltando los mitos griegos y romanos, a los que se identificó con los valores de la Revolución. Los temas representados siempre eran serios y eruditos, con intención moralizante.
Bajo Napoleón Bonaparte, se llegó a una clara intención propagandista.

Joven sentado al borde del mar. Hipólito Flandrin (1855)


Generalmente se pintó al óleo sobre lienzo, pero también hubo frescos. Normalmente se dibujaba siguiendo el «método de la cuadrícula»: los personajes se dibujaban desnudos en una hoja de papel cuadriculado y luego se trasladaban así al cuadro. Allí podían reproducirse desnudos si eran figuras masculinas: era el desnudo heroico clásico, si bien ocultos los genitales por algún elemento accesorio como colocado por azar. Si eran mujeres, no se representaban desnudas. 
En cuanto a los objetos que se incluían en las escenas, se buscaba una recreación casi arqueológica de la antigüedad, reproduciendo en el lienzo aquellos objetos descubiertos por los arqueólogos en las excavaciones.


Rafael Mengs (1728-1779)

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